sábado, diciembre 31, 2011

2012

Uvas llevadas a la boca con la mano izquierda (como todo lo importante y decisivo). Labios que sonriendo tengan el valor de decir, expulsando de sí el silencio cómplice o cómodo. Mirada que atenta al camino, lleno de abismos y falsas salidas, disfrute los muchos paisajes y parajes del andar. La pluma siempre en el bolsillo para garabatear algunas ideas, muchas alegrías y las imprescindibles tristezas. Un buen corazón que no se hipnotice con el ayer, que no perezca en la añoranza. Un corazón de sístole y diástole enérgico y rítmico, como el mar cuando no está embravecido. Y como el mar, que recorre el orbe, bañando distintas playas, obsequiando vida y espectáculos hermosos, un ser libre. Que puedas romper tus cadenas sin fabricarte otras. El alma ahíta al igual que la tripa, sin que ello signifique deshacerse de la bendita insatisfacción que humanos nos hace. Y tú aquí, en este mundo. Tal mi deseo para ti y para todos.

martes, diciembre 27, 2011

Las viejas estrategias

Leo al escritor: advierte sobre los gestos morales inútiles. Se equivoca. Suele suceder cuando se troca reflexión por propaganda. De más está decir la confusión en que incurre. Lo que llama gesto moral es otra cosa: un acto político que únicamente desde el pragmatismo electoral puede confundirse o suponerse diluido en el abstencionismo. A unos les importa esa vida electoral y a los otros no. Los primeros tienen razones, los segundos no. Unos se inconforman, los otros se resignan. Eso de echar en el mismo saco cosas y actitudes diferentes es una estrategia demasiado añeja para suponerla efectiva más allá del círculo afectivo e interesado de quien la sostiene. El voto siempre es un acto político. No puede no serlo. Sea por un candidato u otro o nulo. Es político. No moral.

Por lo demás el condicionamiento que propone es, ese sí, un buen deseo. Su argumento en favor de un partido y un par de candidatos no condiciona nada, da por sentado la existencia y concreción de un proyecto. Lo suyo es la propaganda. Lo cual está bien y es de celebrarse que las posturas políticas de quienes tienen cierto poder simbólico sean públicas. Pero no hay en su decir medida efectiva alguna que condicione el voto por lo que llama izquierda. Por la misma razón hay tendencias al voto nulo. Es la única condicionante que el sistema, los partidos y los candidatos dejan existir. Porque les conviene. Justo porque en ella opera mejor el argumento moral que el político.

Pero entre ciertos electores esta circunstancia es lo de menos. La izquierda, en el ámbito electoral, no existe. Hay personas, como el escritor que confiesa haber firmado un pacto con el diablo, que lo son. Hay un par de precandidatos al gobierno del DF que lo son. Hay militantes, pocos, que lo son. Pero firman pactos. Sobre todo los políticos se la pasan firmando pactos con tendencias menos loables y que son mucho más castrantes que el diablo: cierto priismo profundo o ciertas tendencias religiosas que hacen de la moral estandarte. Y allí precisamente surge la inconformidad. Entre otras cosas.

sábado, diciembre 24, 2011

Río

Desde hace días escucho de manera incesante el rumor de ese río sobre el que navego. Distingo voces, rostros, ideas cual corrientes violentas o lentas, profundas o cariñosamente superficiales, que no sólo marcan cauce sino compañía. El listado es largo. No me alcanzan las palabras ni la memoria. Sea como fuere, gracias a los que han formado ese río. Gracias por haberme obsequiado su existencia en mi vivir. De manera encarecida agradezco también a los que ya no están. Pronto nos veremos para ser ecos y paisajes de otros ríos.
Salud.

jueves, diciembre 22, 2011

Otra vez


En las noticias de hoy se habla del secuestro completo de una familia que a su vez constituía el total de un caserío en el estado de Guerrero. El motivo, según denuncia lo que entiendo es el patriarca de esa familia, es presionarlo a él para que dé información sobre los familiares y amigos de otros dos connotados ecologistas de guerrero, hoy ya secuestrados. El hecho provoca desconfianza entre las organizaciones ecologistas, sometidas a persecución y represión por parte de bandas delincuenciales, cuando no indiferencia por parte de los gobiernos locales y estatales. Para otros genera sorpresa e indignación: desconozco un caso similar en condiciones de “paz”. Por supuesto, en las guerras, abiertas o escondidas, sucias o “legales”, acontecimientos lamentables como éste son frecuentes. Pero sucede que, según el poder ejectivo, no estamos en guerra, aunque hace algunos años ese mismo poder se ufanó de declararle la guerra a los narcotraficantes. Este secuestro así como el tono de los noticieros, que pese a estar bajo un férreo control y censura, indican que efectivamente estamos en guerra (pienso en aquel llamado de 1 a 3 y que dedica una sección completa a “frentes de guerra”). Incluso las nuevas cuentas que se hacen sobre el número de muertos en este sexenio hablan de una cantidad ya peligrosamente cercana a la cantidad de muertos y desaparecidos que hubo en la Guerra Civil de El Salvador (1980-1992).
Pero ¿qué guerra es ésta? De poco sirve utilizar el argumento de los buenos y los malos. No tanto porque sea el recurso del actual gobierno en su desesperada búsqueda de legitimidad, sino sobre todo porque al imposibilitar el matiz se avala que se eche en un mismo saco todo tipo de muerte y todo tipo de represión. Además, obliga a una actitud moral imposible: juzgar a priori a cualquiera que muere de manera violenta. La que vemos, entonces, es una guerra entre intereses particulares que hacen caso omiso del interés general de la sociedad y de la ciudadanía. Me parece que el secuestro de estas 17 personas es un caso ejemplar que sirve, por desgracia, para develar la índole de esta guerra.
¿Por qué organizaciones delincuenciales se empeñan el perseguir y matar a líderes campesinos “ecologistas”? Ninguna lucha puede parecer menos digna de represión que aquella que se preocupa por su entorno natural. Pero tal preocupación es la última frontera que pone en evidencia todo lo que está en juego. Actualmente preservar el medio ambiente no es un asunto de moda; cada vez es más claro que de no hacerlo la humanidad corre el riesgo de morir y desaparecer de la faz de la tierra. No obstante, para el caso concreto de los campesinos e indígenas que luchan por defender su entorno natural se trata de algo más profundo: reivindicar una relación con la naturaleza que no pasa necesariamente por concebirla como un objeto de expolio infinito. Son muchos los estudios que ponen de relieve cómo las comunidades campesinas e indígenas de México establecen relaciones distinas con la naturaleza que les permiten y obligan a relacionarse con ella como “igual” y no como dueños o señores de ella. Es decir, no se trata únicamente de que ella sea la base de su “sustento”, sino que ella es su “hermana” o su “madre”. Ello contrasta con el proceder generalizado que se tiene para con la naturaleza: vista a menudo como objeto descifrable y explotable, puesto allí para ser domesticado y domeñado, se le expolia hasta lo imposible para reafirmar la superioridad del hombre. Poco importa que ella se agote o que de vez en vez, con su furia, traiga a colación la justa dimensión humana, una y otra vez volvemos sobre nuestro feroz dominio.
Puede decirse que este proceder es “natural” en nuestra época moderna y que aquel otro proceder es arcaico, propio de mundos todavía “encantados” y “supersticiosos”. En lo humano nada es natural. Todo es artificio. Lo uno y lo otro son modos de proceder del hombre con la naturaleza acorde con proyectos civilizatorios distintos, tan artificial el uno como el otro. Sin embargo, este modo atroz de ver y convivir con la naturaleza es el signo y sino del capitalismo. Sólo en este mundo civiliatorio existe este proceder. Habrá quien piense que esto es muy abstracto, y pese a ello, allí está el caso de los ecologistas para recordarnos lo concreto que es.
¿Qué es lo que buscan los delincuentes persiguiendo y asesinado a estos ecologistas? Primero, quieren acabar con toda resistencia de este tipo de relación con la naturaleza. Lo menos productivo, en términos capitalistas, es concederle a la naturaleza algún tipo de “sujetidad”. Extirpar de raíz toda relación de “igual “ con la naturaleza supone necesariamente exterminar a los protagonistas de esta relación: los campesinos e indígenas que la practican de manera cotidiana y que en su defensa de la naturaleza la proclaman reiteradamente. Segundo, los delincuentes no sólo talan bosques por sus maderas preciosas; en realidad, por la posición geográfica de la zona en conflicto dentro del estado de Guerrero, lo que buscan es hacerse de corredores de difícil acceso para el transporte de droga, pero sobre todo, zonas de cultivo que no sean tan sencillamente detectables. La producción de estupefacientes, organizada de manera netamente capitalista, no tiene interés en la ecología ni nada por el estilo: expandir los sembradíos de materia prima a costa de lo que sea es la consigna. Y tercero, lo que quieren es fuerza de trabajo mal pagada o esclava. El miedo en este terreno es fundamental. Como sucede con los migrantes a los que bajo amenaza de muerte obligan a transportar droga sin otro beneficio que su propio respirar, a los campesinos e indígenas les obligan a sembrar y transportar con el mismo pecunio: tan sólo respirar, no matar a la familia, no violar a los hijos. Obvia decir que esto incrementa las ganacias.
Hay que insistir que este secuestreo de 17 individuos, todos ellos familia, tiene el infortunio de mostrar lo que está sucediendo en esa última frontera que es la lucha ecologista. Como tal pone al descubierto el proceder del capitalismo “salvaje”. Su salvajismo no es, como pudiera pensarse, porque acontece al margen de la ley, sino porque muestra sin pudor el núcleo de todo proceder capitalista, incluso del legal y ensalzado por la civilización actual. Al salvajismo capitalista se lo encuentra en cualquier lado sin necesidad de ser tiltado como delincuente. Como lo escribió un usuario de twitter: “si entre los 30 y 50 no tienes casa propia y un auto de lujo eres un pinche fracasado”. ¿Cómo se logra eso? No necesarimante a partir del “dinero bien habido”, como reza la propaganda religiosa de hoy, sino con explotación. ¿Dónde está la “voluntad de fracaso” del que vive con sólo dos mil pesos al mes? ¿Es un asunto  personal? ¿De falta de entusiasmo, destreza? No. Es precisamente el resultado de aquel núcleo salvaje del capitalismo, tan a la ligereza exaltado por aquel twittero. En el ámbito de lo legal también existe esa fuerza de trabajo mal pagada y esclava. La diferencia estriba en la sanción pública, hoy exponencial gracias a los medios masivos de comunicación.
Frente a esta realidad los partidos políticos se revelan como lo que son: organizaciones que administran esa explotación. Por supuesto que es necesario matizar: el PRI y el PAN  son los artífices legales del expolio que se vive en nuestro territorio. Parte del PRD también lo es, junto con el resto de la “chiquillada”. Así mismo es cierto que dentro de cada partido hay tendencias inconformes con este proceder: la hay dentro del PRI, dentro del PAN, dentro del PRD, dentro de la “chiquillada”. Sin embargo, en ninguno de ellos parece tener la fuerza suficiente para, primero, promover un viraje del conjunto de su instituto político, y segundo, afrontar de manera decisiva lo que está sucediendo en el país. Aún así, no cabe duda que de todas estas tendencias la más visible y organizada es la que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Ha desbordado a su propio instituo político y convoca a organizaciones de la más diversa índole. Frente al desolador panorama nacional  electoral se presenta a sí misma como la alternativa nacional. Y sin duda lo es, siempre y cuando no se pierda de vista que este desolador panorama frente al cual se presenta como alternativa está acotado al tema electoral y que ello no quiere decir en modo alguno que tenga pensado cómo afrontar decisivamente lo que sucede en el país. Tiene la posibilidad, eso sí, de intentar contener, aunque lo más probable sea desacelerar, la debacle a la que nos arrastra el capitalismo. En este sentido, y únicamente en este estricto sentido, la aportación de la organización encabezada por Obrador es considerable. 
Pero si se quiere modificar, o como se dijo anteriormente, afrontar de manera decisiva lo que sucede en el país, el asunto electoral es insuficiente. De nuevo es necesaria una precisión: estar en contra del PRI y del PAN no quiere decir estar a favor de la organización de AMLO. Aunque connotados escritores vuelvan a traer a colación el impensable “voto útil” sólo que ahora para lo que ellos llaman, a saber por qué, “izquierda”, lo cierto es que se puede estar en contra del PRI y del PAN de muchas maneras. El voto no debe ser rehén de silogismos falaces. Y aun cuando se decida votar por AMLO lo que no debe olvidarse, cosa que sucede con frecuencia, es que el voto no es apoyo incondicional. Por desgracia, la mayoría de las huestes electorales se comportan como feligreses: viven de la negación de cualquier otra fe y atribuyen a la suya una verdad  inalcanzable para cualquiera que no sea parte de su comunidad y comparta la hostia del sacfrificado. Bien le hace a AMLO que se lo critique porque es la única manera de establecer un breve y estrecho vínculo entre la acotada realidad electoral y todo lo que se mueve por fuera de ella, que es mucho, demasiado incluso. Por lo demás, no le hace mal recordarle que el problema es más profundo y radical de lo que sus sugerencias sobre honestidad, amor y moderación suponen.
Alguien me pregunta qué debemos hacer. No tengo respuesta al respecto. O sí. Mi hacer es una respuesta. Y este hacer, entre otras muchas veredas, tiene dos que deseo señalar. La primera, es que todo actuar ha de tener su referente y como ágora a la sociedad, no a los partidos políticos ni a los candidatos. La segunda, que ya puestos  elegir entre un capitalismo de corte neoliberal y tecnócrata y un capitalismo de corte social, vale la pena dudar de la elección misma. Espero no tener que explcitar por qué.

Concluyo con lo que escribió un pensador que estuvo en la izquierda y que sigue estando (la frase me la recordó un amigo en un texto que escribió y que me gustó mucho): “Hoy en día, nadie debe empecinarse en aquello que ‘sabe hacer’. En la improvisación reside la fuerza. Todos los golpes decisivos habrán de asestarse con la mano izquierda”. Es Walter Benjamin. Y creo tiene razón. La sigue teniendo.

lunes, diciembre 19, 2011

Andar


Estoy cansado. De este andar. De lo que este andar me deja ver. El espectáculo natural del horizonte y el que tú me obsequias no alcanzan para jugar a la ceguera voluntaria. No son suficientes. Oasis al fin y al cabo. El desierto de lo real lo inunda todo. Aprendí rápido a vivir en el desierto. Creo que lo hago bien. Pero estoy cansado. Ayer en un cementerio, hoy en el limbo, mañana en otro lugar cualquiera. Este levantarse sobre cenizas. Esuchar los rezos de la resignación. Las campanas que cada vez seducen a más. Todo es como arena movediza que engulle a quien allí se para. ¿Dónde quedó aquello de dejarlo todo y largarse? No sé. Tan sólo tarareo lo que el trovador canta, cantó. No me resigno, no me consuelo, no puedo hacer como si no pasase nada. No hay consigna que alivie. Tan sólo estoy cansado. Pero como dijo el legendario comandante: ¿quién le ordenó descansar? Nadie. Para descanso el cementerio. Y allí todavía no llego a ser huésped. ¿Quién le ordenó descansar? Nadie. Tampoco queda lo poético del andar haciendo camino. Te miro y veo el horizonte. ¿Ir haciendo pequeños oasis? Quizá. Como ese que tú eres. Como ese que en ocasiones, esporádicas es cierto, yo mismo suelo ser. Respiro. Andar.

sábado, diciembre 17, 2011

No a la propaganda religiosa


Escucho a diputados y precandidatos hablar de la reforma que se hizo al artículo 24 de la Constitución. Creel hace la distinción entre la libertad de creencia y la libertad religiosa. Según él esta reforma garantiza plenamente lo segundo. Los demás arguyen que se trata de una adecuación necesaria por los acuerdos firmados por el gobierno mexicano sobre derechos humanos. Sólo hay un detalle: esta reforma que avala la “libertad religiosa” abre la posibilidad de que las iglesias puedan tener canales de televisión y estaciones de radio, promover rituales fuera de sus templos, y en esa medida, acrecentar su poder terrenal. En el contexto actual, en el que cada quien lucha por quedarse con una parte del país, dicha reforma se encamina a reforzar los monopolios y la manipulación. Se trata de una reforma desde “arriba”, con claros signos electorales, hecha por el PRI, el PAN y parte del PRD. Esta “religiosidad” desde arriba poco o nada tiene que ver con la religiosidad desde abajo. La primera se trata de un poder terrenal, la otra, quizá, de fe y de la necesaria reactualización de los mitos que hacen vivible este mundo. Decir que este asunto de poder terrenal tiene relación directa con los derechos humanos es un argumento por lo menos parcial, por no decir que falso. Se han abierto las puertas a la exclusión y la persecución.
A partir de hoy firmaré con la rubirca: “Y además no creo en Dios ni en ninguna virgen ni en ningún santo. Mi credo es lo humano. No a la propaganda religiosa”.

lunes, diciembre 12, 2011

Escupitajos de rabia


El día de hoy, en su acostumbrada mesa de opinión en el programa de radio de Aristegui, Meyer, Aguayo y Dresser concluyeron que Felipe Calderón “confunde” las críticas que se le hacen como funcionario público con cuestionamientos de carácter personal. Su afirmación tuvo como fundamento lo que respondió Calderón a López Dóriga sobre las denuncias penales que se hicieron en su contra en la Corte Penal Internacional de la Haya. Allí el hoy presidente afirmó no tener nada mejor que heredar a sus hijos que su buen nombre y su reputación. Por eso, dijo, decidió analizar los procedimientos penales en contra de los 23 mil que firmaron aquellas denuncias. Pese a que los analistas cuentan con mi simpatía, me parece que se equivocan. Cada vez que los escucho me pregunto por qué y qué tan acertada puede ser una crítica que se hace desde el “deber ser”. A menudo sus análisis parten del supuesto, en ocasiones explícito, la mayoría de las veces implícito, de cómo debieran ser las cosas. Dadas las condiciones actuales cabe preguntar si la crítica así planteada tiene alguna utilidad allende el acto inconforme y hasta cierto punto contestatario. Me parece que no. Si queremos salir de este espasmo de inconformidad contestataria la crítica ha de dirigirse hacia cómo son las cosas no en aras de un deber ser que se inspira en el ayer (el Estado, la Constitución, etcétera) sino para inventar los caminos a seguir a partir del horizonte que actualmente percibimos con toda nitidez y que, esto es importante, no se parece a nada de lo visto anteriormente.
Lo primero que me parece relevante señalar es que Felipe Calderón no se “confunde”. En él no hay “inocencia” ni “ignorancia” remediable, como sucede con quien efectivamente se “confunde”. Por el contrario, hay una clara conciencia de lo que se dice y se hace, y en ese sentido, todo en él es deliberado. Que su actuar como presidente tenga como fundamento su parecer personal y que esté más preocupado por su reputación que por los resultados de su actuar o que le parezca arbitrario que “un grupito” se la pase “insultándolo”, o peor aún, que no encuentre racionalidad alguna en quien le pide rectifique el camino o le señale acremente su falta de visión y le acuse de adolecer de miopía estatal, indica claramente que para él no existe Estado alguno. Desde su perspectiva sólo hay instancias gubernamentales desde las que ha de ejercerse el poder buscando el beneficio de quienes le llevaron a esas instancias y han hecho todo por mantenerlo allí. Calderón es conciente de la inexistencia del Estado y procede como tal.
Por eso se equivocan los que creen que él no asume lo del “Estado fallido”. Lo asume y lo usufructúa como tal. Porque después de cinco años y fracción viene a reconocer todo lo que había negado: que el ejército y la marina cometen abusos severos a los derechos humanos; que la delincuencia organizada, en su particular acepción del narcotráfico, domina extensos territorios del país a tal extremo de afectar severamente los procesos electorales locales y quizá nacionales; que se carece de la capacidad jurídica y armada para defender a los defensores de derechos humanos, etcétera. Y por si esto fuera poco, de manera indirecta, vía los debates preelectorales de su partido, sus “aliados” reconocen que los pobres crecieron, que el país está muy mal, y que incluso, de ser necesario, habrá que anular las elecciones federales del próximo año, para dejarnos en manos del ejército y la marina. En otras palabras: su gestión es un fracaso, como corresponde a un Estado inexistente. Por lo demás, muy a su pesar, se va sabiendo cuán poco ejercicio de la soberanía tiene este país, que cual herramienta de balompié gira al son del tráfico de armas, lavado de dinero, expolio de la naturaleza, y explotación de seres humanos (tráfico, secuestro, asesinato, etcétera). Tan fallido está el mentado Estado.
Desde esta perspectiva, sus reclamos y enojos son los de quien sabe que tiene que pelear por una pequeña parcela para mantener los beneficios personales y aledaños. Porque visto desde otra perspectiva, muchas fuerzas están luchando por quedarse con sus propios pedazos: los magnates de los medios masivos de comunicación, los explotadores de riquezas naturales, los grandes empresarios (insisto, los legales y los ilegales, los que ejercen monopolios, como la Bimbo, y los narcotraficantes que buscan ese mismo monopolio en un mercado distinto), los traficantes (de todo: humanos, naturaleza, órganos). Calderón no entiende, no puede entender, por qué se le critica por hacer este esfuerzo heroíco de salvaguardar un pedacito de todo lo que se está repartiendo de manera acelerada. Y en esta tarea, el Estado y ese tipo de cosas son no sólo poco eficientes sino un verdadero lastre.
De aquí que atribuirle “confusiones” a Calderón es, me parece, poco atinado. Es tan poco avezado como atribuir a Peña Nieto una “ignorancia” personal y culpable. Quien no quiera ver en el abanderado del PRI el resultado más acabado de la educación nacional, tanto pública como privada, está totalmente ciego. No se trata de eximir al priista; es un ignorante y hasta poco inteligente. Pero eso no puede utilizarse para curarse en salud. Piénsese que si él es el producto más acabado cómo está el resto de la población. ¿Cómo será aquel que ni siquiera tuvo el lujo de esa patética educación nacional? Ha de quedar claro que el problema no está solamente en darle educación a todos sino en el contenido de esa educación: los testimonios que se pueden recabar indican que en el proceso educativo nacional leer no es necesario y pensar no es indispensable. Se puede ir “tirando” de año en año haciendo mil argucias, aprovechando la desidia de los profesores, y asumiendo como bandera la “dignidad” del que no puede ser reprobado, reconvenido, obligado a hacer algo tan terrible como leer unas cuantas páginas al día y explicar lo que se entendió en ese acto. La educación nacional hoy se reduce a pasar lista, tomar distancia, y aprender una serie de competencias tan necesarias como prender una computadora, usar un software específico, y vivir en la virtualidad de lo virtual. En suma, Peña Nieto es el resultado de lo que sucede en nuestro país. No “representa” nada. Es su hijo.
Lo mismo puede decirse de Felipe Calderón y su “personalísimo” proceder en un puesto público. No es alguien confundido. Si acaso vive desesperado porque siente que no puede mantener para sí ese pequeño botín que se le ofreció a la par que no ve cómo procurar a quienes le llevaron hasta la silla presidencial. Seguramente no quiere padecer lo que le dijeron sucedería si no cumplía con sus promesas. 
Todo, absolutamente todo, muestra que en este territorio el Estado es fallido, y en esa medida, inexistente. El día de hoy mataron a dos estudiantes en Guerrero. Nada pasará. El Estado no sirve para nada. Y cuando inesperadamente ofrece signos vitales, es para perseguir, acosar, amenazar, amordazar, tergiversar, mentir y realizar festejos cívicos y religiosos. Suponer que un Estado en forma funcionará, que la Constitución, con todo y la honestidad, funcionará, es apostarle a lo que de suyo ya demostró su ineficacia e inutilidad. Lo que necesitamos hoy no existe. Hay que inventarlo. Pero no se puede hacerlo si no se hace a un lado esa crítica del “deber ser” que con un ojo mira hacia atrás y otro por arriba.

jueves, diciembre 08, 2011

La paz de quién

“Tu paz es mi guerra —dice el capital—. La tuya es mi paz. Yo lo tengo todo: los recursos, las armas y las ideas. Tú sólo tienes algunas ideas que cada vez, gracias a los medios masivos de comunicación que tengo, tienen menos influencia. Tu muerte es mi paz”. Esto es lo que dice el capital a los que de la sociedad reclaman paz y se niegan a aceptar el expolio y la explotación. Y procede. Se habla ya de exterminio selectivo. Y en eso estamos. El capital, señores, usa a quien puede: el gobierno, los delincuentes, los expoliadores de la naturaleza. A menos que se tenga una suerte de voluntad de ceguera, las opciones son simples: su paz o nuestra paz.

miércoles, noviembre 30, 2011

Deshacerse de lo que no sirve


El asesinato de Nepomuceno Moreno Muñoz ha levantado gran indignación en diversos sectores sociales mexicanos. Lo cual es un signo de que al menos una parte de este país todavía se inconforma ante la “naturalidad” (“daños colaterales”) con que el gobierno quiere presentar los costos de su estrategia fallida ante todo, no sólo contra el narcotráfico y la delincuencia organizada. Cierto es que hay que indignarse por este y por todos y cada uno de los asesinatos que tienen lugar en nuestro país y en el mundo. Pero el caso de Nepomuceno parece condensar y convocar toda esa indignación que de otra manera, por su número, estaría dispersa y carecería de efecto.


Algunos actores, entre ellos Héctor Bonilla, han hecho una breve cápsula (“Soy Nepomuceno Moreno”) para manifestar su indignación. Allí se dice: “Busco lo que no puede darme el Estado: Justicia, Consuelo, Respeto”. La frase me asombra. No hace referencia al gobierno en turno sino al Estado. A menos que exista en ellos la ya casi inveterada tradición de confundir una cosa con la otra, están señalando algo que, para el actual gobierno, que también suele confundirse a sí mismo con el Estado (nada más porque estamos en el siglo XXI el señor Calderón no afirma “el Estado soy yo” aunque lo piense), es motivo de descalificación y represión. Me parece que es necesario darle el beneficio de la duda a estos actores y asumir que con conocimiento de causa quieren decir exactamente lo que dicen: es el Estado el que no sirve, el que ya no puede ofrecer justicia, consuelo, respeto.


Las declaraciones de la PGJ del Estado de Sonora sobre Nepomuceno (investigo pero tengo un juicio a priori: era un delincuente y su hijo obtuvo lo que se merecía) son declaraciones programáticas de un gobierno autoritario y de un Estado que no sirve. Este sentido es claro también en las declaraciones que hizo el poder ejecutivo en el sentido de proceder legalmente contra quienes le imputan responsabilidades penales ante la Corte Internacional de Justicia la Haya. El catálogo de gobiernos locales e instancias federales que proceden de esta forma es largo y no se reduce a este sexenio. Sin embargo, en este sexenio, actos que no prohijó adquieren un sesgo particular por la preeminencia que en la vida pública están teniendo los cuerpos represivos civiles y militares.


Si grave es el asesinato en general, más lo es que suceda entre quienes hacen señalamientos críticos al gobierno y advierten de la ineficacia del Estado. Los “desencantados” de la transición democrática, como suele llamárseles en tono desdeñoso, no son únicamente aquellos que reclaman justicia para sus seres queridos o quienes intentan obligar a un cambio de rumbo con actos razonables (indignados, por ejemplo), sino también los que haciendo uso de las ideas apuntan, señalan, argumentan. El gobierno actual parece tolerar que a todos estos “desencantados” se les persiga, amenace, hostigue, mate. Pero sobre todo, tolera estas actitudes pervirtiendo de manera superlativa lo que que queda de un ya por sí pervertido Estado.


Por eso me parece sintomático lo que dicen los actores en su cápsula: si se acepta que hablan con conocimiento de causa, habremos de convenir en que el Estado ya no puede dar lo más mínimo de aquello para lo que fue creado. Y es que el Estado se constituyó con ideales muy altos pero tareas concretas y objetivas no tan loables: dígase lo que se quiera del Estado, con toda la ideología propia de los pensadores burgueses y liberales, lo cierto es que organiza la explotación, racionaliza la desigualdad y facilita la acumulación de capital. De aquí que su existencia misma sea perversa. Pero actualmente se le despoja incluso de sus inalcanzables utopías pervirtiendo lo que está allí para disimular su verdadera naturaleza, lo que está allí para ofrecer una creíble fachada que vuelva aceptable su perversidad.


Afirmar que el Estado no da lo que ofrece es tan sólo un paso necesario para llegar a la conclusión obvia: hay que desaparecer al Estado. Porque no se trata de cambiar de gestores del Estado, sino de desaparecerlo por completo y construir otra cosa. Sé bien que este decir suena trasnochado. De hecho es lo primero que suelen argumentar burgueses, liberales y de izquierda electoral. Sin embargo, allí está la frase: solicito lo que el Estado no me puede dar. ¿Por qué habría que sostenerse algo que parece estar allí para intereses diferentes de los que el ciudadano solicita? Eso parecen querer decir ambos actores que, francamente, ni son comunistas ni nada remotamente cercano. ¿Por qué?

viernes, noviembre 11, 2011

La seguridad de los funcionarios

La trágica muerte de Blake enseña que en este gobierno los funcionarios mueren por su trabajo pero sobre todo en su trabajo. Lo cual habla de su terrible ineficiencia. Si yo fuese funcionario federal comenzaría por exigir que las condiciones de mi trabajo fuesen adecuadas, es decir, que los aviones y helicópteros funcionen, y que fuesen cualesquiera mis deberes, el realizarlos no pusiese en riesgo mi vida por el solo hecho de trasladarme a cumplirlos. Es muy distinto "morir en el deber" que "morir en el intento de cumplir con el deber".

lunes, noviembre 07, 2011

De muertos, mafias e indignados

Poco a poco sale a la luz pública lo que se le hizo al dictador Kadaffi. Muchas cosas pueden explicarse pero no justificarse. En una guerra todos los códigos morales se quiebran. La venganza se confunde con justicia, el cúmulo de opresiones mueve a una reacción inmediata y letal que intenta compensar tanto sufrimiento. Pero si el nacimiento de un nuevo régimen se bautiza con sodomización y ejecución poco o nada hay que lo pueda diferenciar de aquel otro tan detestable y asesino que asoló la región por tantos años. La brutalidad les hermana.

Lo que no puede pasar inadvertido es esta tendencia al asesinato de los que hoy desde Washington se califican de “malos”. Desde el juicio sumario a Hussein, pasando por el asesinato y desaparición de Osama Bin Laden, hasta esta detestable ejecución de Kadaffi como las declaraciones de que la CIA ayuda a asesinar narcos en nuestro país, lo que queda claro es la estrategia norteamericana de callar de manera inmediata a aquellos que en su momento fueron sus aliados o producto netamente norteamericano. Y es que vivos, “los malos” tendrían mucho qué contar, como lo demuestra el caso del “Vicentillo”. Muertos y en silencio son más útiles a este nuevo baño de santidad democrática que se dan desde la Casa Blanca. La justicia es una quimera. Lo terrible es dejar en manos de desamparados la ejecución “justiciera”. Desde el cómodo sillón del salón Oval la mano blanca deja a la mano negra hacer en su propio beneficio.

En abril de 2010 Julio Scherer entrevistó al Mayo Zambada. Entre otras cosas el líder del cartel de Sinaloa dijo que ese asunto del narcotráfico nadie lo terminará. Que los líderes de los cárteles renacerán una y otra vez. Sin hacerlo explícito Zambada estaba hablando de un asunto estructural. Lo mismo puede decirse con dictadores y tiranos. No es su maldad intrínseca la que los vuelve eso, sino la estructura misma del capital que los requiere. Su brutalidad, su violencia, su vida a menudo estrafalaria, suelen ser la única superficie visible para el resto de los mortales. Pero por debajo están los intereses particulares cuyos tentáculos vienen desde Wall Street y otras zonas en las que se edifican los modernos palacios llamados casas de bolsa.

La idea del renacimiento de los líderes de los cárteles, dictadores y tiranos alcanza también a los capitalistas que dentro de la legalidad explotan y también matan. Lo que Zambada dijo a Scherer se aplica sin mayor problema a los capitalistas como tales. A la caída de Jobs, de Slim, de Guzmán Loera, surgirá otro Jobs, otro Slim, otro Guzmán Loera. Es la acumulación, la explotación, la muerte, lo que les hermana. Los unos no son en verdad distintos de los otros. Todos se mueven como mafias. Sería un error suponer que los narcotraficantes no son capitalistas. Lo son, y a menudo, en su crueldad, ponen al desnudo el proceder netamente capitalista con que los “santos” del capital que hoy se veneran en todo el mundo, con su evangelio-Forbes en la diestra, se hacen ricos.

Por eso, precisamente por eso, duele e indigna encontrar el mismo comportamiento en partidos que se autodefinen de izquierda. Lejos están de comprender que no es con declaraciones (ayer al diablo las instituciones, hoy amor mucho amor) como se es diferente. Revisar los periódicos de hoy muestra a los partidos “de izquierda” corroídos desde su mismísimo interior por el proceder capitalista. Sea aquí o en Nicaragua.

Y los muertos, los muertos siempre los ponen otros.... Quizá por eso mismo los “indignados” llaman tan poderosamente la atención. No son la solución, pero sí abren la puerta para hallarla.

domingo, noviembre 06, 2011

Sobre la violencia

Aquí un texto reciente para provocar la reflexión.

La Miseria de La Violencia y La Violencia de La Miseria

domingo, octubre 30, 2011

De terror

De momento lo pensé. Las pesadillas no son lo mío pero de vez en vez tengo alguna. Esta vez pensé haber soñado con "muertos vivientes". Lo atribuí a la época. Pero cuando salí a la calle me di cuenta que no era pesadilla: en el país los muertos vivientes aumentan vertiginosamente. Lo bueno es que según me dicen el foco de contagio ya se ubicó con toda certeza. Lleva por nombre Felipe Calderón Hinojosa; por mote, presidente; lugar de residencia, una región conocida popularmente como los pinoles. Lo grave es que la infección es altamente contagiosa. Hay que andarse con precauciones.

lunes, octubre 24, 2011

Asumirse consumidor

Un acto de resistencia ante la inercia del proceso electoral sería asumirse como consumidor que determina la demanda. No resignarse ante la oferta, ficticiamente diferente, del monopolio del político, sino a través de un programa bien pensado plantear las condiciones de la demanda política. En este sentido, las alianzas tendrían una nueva dimensión: no entre partidos, sino entre ciudadanos que condicionan a los políticos y sus organizaciones.

miércoles, octubre 19, 2011

Puerto, ladrones de los mares y muralla. Una propuesta de interpretación de la villa de San Francisco de Campeche en el siglo XVII.

A petición de varias personas, pongo aquí mi libro sobre la piratería en el siglo XVII. Lleva años agotado.

Puerto, Ladrones de Los Mares, Muralla. Una propuesta de interpretación de la Villa de San Francisco de Cam...

martes, octubre 18, 2011

¿Y ahora?

El día de ayer escuché a Lorenzo Meyer hablar sobre la muerte de Miguel Ángel Granados Chapa. Afirmó que habían fallecido los dos grandes de la crítica: Carlos Monsiváis y Granados Chapa. Me sorprendió su afirmación de que en el horizonte actual no veía quién podía llenar el vacío por ellos dejado. Que lo haya dicho en el programa de radio de Carmen Aristegui me sorprendió. Me pareció un acto de sinceridad sin parangón.

Monsiváis y Granados Chapa pertenecen a una época muy específica de la opinión pública en nuestro país. La realidad actual es distinta y distante a la que ellos vivieron y en la que ellos forjaron su prestigio y mirada. Sería demesurado pensar que alguien podrá sustituirlos. Pero lo que me parece importante es otra cosa: si se los entiende como el resultado de una época se aprecia en su justa dimensión su labor. Y allí destaca precisamente su capacidad para “leer” su época e insertarse en ella. Esa es la lección de vida que se puede recuperar. Nosotros no seremos como ellos, pero como ellos podemos acometer el reto que nuestra época nos plantea. Ninguno será Monsi o Granados, pero todos somos aquellos sobre los cuales solían reflexionar. ¿No podremos reflexionar sobre nosotros mismos y nuestra circunstancia?, ¿no podremos acaso hacer algo más que indignarnos?

Pensar desde la crisis: el ethos barroco de Bolívar Echeverría

Aquí la versión corregida y aumentada de la ponencia que presenté en el Coloquio Internacional que se hizo como homenaje a Bolívar Echeverría en septiembre pasado. Para quien le interese.

Pensar desde la crisis: el ethos barroco de Bolívar Echeverría

miércoles, septiembre 28, 2011

Presentación de Bolívar Echeverría como ponente en octubre de 2009


En la no siempre grata tarea de depurar los archivos de la computadora personal me encontré con este breve texto con el que presenté a Bolívar Echeverría como conferencista magistral en un Coloquio Internacional que el Seminario Universitario "Modernidad: versiones y dimensiones" organizó en octubre de 2009. Como coordinador del seminario, él fue en todo momento el inspirador de este tipo de encuentros que se realizaron tanto en la facultad de Filosofía y Letras y la facultad de Ciencias.

Presentación
Bolívar Echeverría

Podría decir que nuestro ponente no necesita presentación. Y así es: su obra, sus ideas, sus modos de analizar la modernidad a partir de su cuádruple ethos, su relectura de Marx, etcétera, son cada vez más conocidos, trabajados y discutidos en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Como consecuencia de ello se le ha distinguido como Profesor Emérito de nuestra institución en este año y con los premios Libertador al Pensamiento Crítico (Venezuela, 2007) y  Pio Jaramillo Alvarado (Flacso-Quito, Ecuador, 2004). Además, sus trabajos como traductor de textos relevantes para el pensamiento crítico como los de Sarte, Benjamin y Adorno entre otros, así como su trabajo de carácter editorial en revistas como Cuadernos Políticos, le han valido un amplio reconocimiento. En suma, Bolívar Echeverría es ya un filósofo conocido; por ello no necesita ya presentación.

Pero hay que presentarlo, no sólo porque la formalidad de este evento lo exige, sino porque es una oportunidad valiosa para señalar algo que premios y lectura de sus textos suelen dejar de lado. Me refiero a esa bondad que viene con la edad y que adquiere visos de sabiduría, particularmente si es el resultado de largas y profundas reflexiones.

Y es que, por azares de la vida, desde hace años he podido atestiguar el afán formativo de Bolívar Echeverría que no se circunscribe exclusivamente a los salones de clase o los auditorios de prosapia. Lo he visto obsequiar reflexiones puntuales y profundas en cafés y cantinas; ir a donde la inquietud estudiantil le solicita; caminar por los espacios culturales de grandes vuelos con la misma tranquilidad y curiosidad con que lo hace por aquellos otros que se consideran “alternativos” y de poca monta. Le he escuchando hacer esfuerzos de síntesis inigualables, y sostener en todo momento la crítica puntual y necesaria a la barbarie que el capitalismo es. Me consta que no ceja en su convicción de crear un mundo mejor sin sentimentalismos ni chapucería política de ningún tipo, y lo que es mejor, la comparte con todo tipo de gente. El mundo le habla, y él encuentra el modo de hablarle a ese mundo que le sorprende y le toma por asalto una y otra vez.

Pero la sabiduría de Bolívar Echeverría está, además, en aquello reputado como inicio de la filosofía: se permite la duda. Lo cual, digo yo, lo salva de volverse un pétreo monumento en vida. Lo suyo es la duda y la pregunta antes que el regaño, la diatriba inútil o el consejo asesor. Que este modo de proceder “socrático” da resultados concretos que valen la pena lo demuestra este coloquio. Bolívar Echeverría no es solamente su artífice, sino que es, ante todo, quien sigue preguntándose si el diálogo entre filosofía y ciencia, además de deseable, es posible, habida cuenta los discursos acartonados y anquilosados de uno y otro lado, que no obstante llamarse hermanas, proceden con desconfianza mutua. Como siempre, él lanza la pregunta, ofrece una reflexión, y deja a los que aquí participan como ponentes y oyentes la ardua tarea de responder lo que, al parecer, el mundo moderno ha respondido en un sentido negativo. Lo hace como filósofo en la facultad de Ciencias. Ni más ni menos.

Nos corresponde ahora, escuchar su reflexión.

martes, septiembre 27, 2011

Löwy sobre Echeverría-Versión homenaje

Esta versión de la entrevista a Löwy sobre Bolívar Echeverría es la que se presentó en la inauguración del Coloquio Internacional "Modernidad y resistencias. Bolívar Echeverría. Homenaje". La subo a petición de gente interesada.


sábado, septiembre 10, 2011

Programa del Homenaje a Bolívar Echeverría, septiembre de 2011

Coloquio Internacional "Modernidad y resistencias. Bolívar Echeverría. Homenaje.

Comité Científico. Michael Löwy e Immanuel Wallerstein.



PROGRAMA


Martes 20 de septiembre de 2011

Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras

10:00-10:45
Inauguración
Michael Löwy e Immanuel Wallerstein: video y carta en homanaje a Bolívar Echeverría
José Luis Ibáñez (FFyL): Ziranda lectura

10:45 a 12:00
Conferencia 1
Crescenciano Grave (FFyL): "El archipiélago filosófico de Bolívar Echeverría"
Presenta: Raquel Serur (FFyL)

12:00 a 12:15 hrs.
Receso

12:15 a 13:30 hrs.
Conferencia 2
Robin Blackburn (New Left Review): "The Colonial Baroque as Alternative Modernity"
Presenta: María Pía Lara (UAM)


13:30 a 16:00 hrs.
Receso



16:00 a 18:00 hrs.
Mesa redonda 1
Cultura y barroco

Isaac García Venegas (CIESAS-FFyL): "Pensar desde la crisis: el ethos barroco de Bolívar Echeverría"
Blanca Solares (CRIM): "La Virgen de Guadalupe y el Imaginario Barroco"
Ambrosio Velasco (IIF-FFyL): "Ethos barroco, diversidad cultural y resistencia".
Modera: Marta Lamas (PUEG)

18:00 a 18:15 hrs.
Receso

18:15 a 19:30 hrs.
Conferencia 3
Jorge Juanes (SUM): "La modernidad profunda en Bolívar Echeverría".
Presenta: Manuel Lavaniegos (Filológicas-FFyL)



Miércoles 21 de septiembre de 2011
Auditorio Alberto Barajas de la Facultad de Ciencias


10:00-10:45 hrs.
Inauguración
Michael Löwy e Immanuel Wallerstein: video y carta en homanaje a Bolívar Echeverría
José Luis Ibáñez (FFyL): Ziranda lectura

10:45 a 12:00 hrs.
Mesa redonda 2
Marxismo y modernidad

Federico Álvarez (FFyL): "Modernismo, ¿de qué estamos hablando?"
Adolfo Gilly (FCPyS): "Blanquitud, modernidad y humillación"
Araceli Mondragón (UAM): "¿Luces en las tinieblas? Actualidad del discurso crítico de Bolívar Echeverría"
Modera: Rosaura Ruiz (Directora de la Facultad de Ciencias)

12:00 a 12:15 hrs.
Receso

12:15 a 13:130
Conferencia 4
Mabel Moraña (Washington University): "El mercado de la violencia en América Latina"
Presenta: José Marquina (Facultad de Ciencias)

13:30 a 16:00 hrs.
Receso

16:00 a 18:00 hrs.
Mesa redonda 3
Discurso crítico y modernidad

Diana Fuentes (FFyL): "Crítica de la razón histórica"
José Gandarilla (CEIICH); "Tesis contra el orden y el orden de las tesis: cálida corriente y arroyo de fuego en la discursividad crítica de Echeverría"
Gustavo García (FFyL): "Discurso crítico y modernidad"
Javier Sigüenza (FFyL): "Bolívar Echeverría: una aproximación crítica al discurso científico moderno".
Modera: Ana Barahona (Facultad de Ciencias)

18:00 a 18:15
Receso

18:15 a 19:30 hrs.
Conferencia 5
Andrés Barreda (Facultad de Economía): "Una aproximación a la Crítica de la Economía Política en la obra de Bolívar Echeverría
Presenta: Humberto Carrillo (Facultad de Ciencias)


Jueves 22 de septiembre de 2011
Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras

10:00 a 11:15
Conferencia 6
Manuel Lavaniegos (Filológicas-FFyL): "El ethos barroco y La expresión americana: correspondiencias de Bolívar Echeverría y José Lezama Lima"
Presenta: Aline Davidoff

11:15 a 11:30
Receso

11:30 a 13:15 hrs.
Conferencia 7
Fernando Pérez-Borbujo (Universidad Pompeu Fabra): "Bolívar Echeverría: una mirada barroca sobre lo moderno"
Presenta: Crescenciano Grave (FFyL)

13:15 a 13:45 hrs.
Canciones de Brecht en voz de Stefan Gandler (UAQ-FFyL)

13:45 hrs.
Clausura
Raquel Serur. Coordinadora del Seminario Universitario de la Modernidad: versiones y dimensiones
Ofelia Escudero. Secretaria General de la FFyL
Galo Galarza. Exmo. Embajador de Ecuador en México.

miércoles, septiembre 07, 2011

Homenaje a Bolívar Echeverría, 2011

Homenaje que la UNAM hace a Bolívar Echeverría. 20, 21 y 22 de septiembre de 2011. Primera llamada.



-- En el umbral del mundo

jueves, septiembre 01, 2011

"...Un remolino sobre lo social..." Faro de Oriente. 10 años (Probadita)

Dejo aquí una probadita de lo que podrá verse el martes 6 de septiembre a las 18:00 hrs. en el Auditorio del CIESAS (Juárez 222, Tlalpan, Tlalpan). Entrada libre

martes, agosto 30, 2011

"...Un remolino sobre lo social..." Faro de Oriente. 10 años

El Laboratorio Audiovisual del CIESAS invita a la presentación de su documental sobe el FARO de Oriente. Va cartel. Así mismo, este jueves 1 de septiembre, a las 11:00 hrs., estaremos en el programa de radio del Faro de Oriente para promover el documental (estación 105.7 FM).


domingo, agosto 14, 2011

La vida empezó con nosotros


"El Oriente Próximo no ha cambiado mucho en los últimos doscientos años. Seguimos combatiendo en las mismas guerras, pero les hemos puesto nombres nuevos. La vida tal como la conocemos empezó con nosotros. Somos el centro del universo y todo tiene que brotar aquí en primer lugar. Soportamos el peso de tener que dar a luz, mientras el resto del mundo se divierte arreglando nuestros defectos de nacimiento. Han aprendido a coger el feto, inyectarle la última tecnología y contemplar cómo se convierte en una megalópolis". Zena El Khalil


-- En el umbral del mundo

lunes, agosto 01, 2011

¿Que quién es el mejor candidato?

Hay preguntas incomprensibles. Las fotografías que han aparecido en una red social promoviendo al actual secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal para jefe de Gobierno provocan un alud de ese tipo de preguntas. He recibido varios correos electrónicos preguntándome si “es el mejor candidato” para gobernar al Distrito Federal. No tengo respuesta. Ignoro si él o cualquier otro lo puede ser. Sé que hay varios que quisieran ser candidatos y sé también que es preciso valorarlos considerando algunas variables. Pero de allí a considerar a cualquiera de ellos como “el mejor candidato” hay una distancia insalvable.
Como no pretendo responder cada correo que me llega preguntándome lo mismo, lo hago aquí.
Los candidatos de cualquier partido se definen por al menos dos variables generales: una externa, el contexto político en general, y otra interna, la partidaria. Ambas variables, aunque complmenetarias, son bastante distintas. El candidato que surge como abanderado para un puesto político cualquiera de elección popular no es “el mejor”, sino el que por diversas razones logra colocarse en el cruce de ambas variables.
Hasta el día de hoy la contienda electoral de 2012 se centra en el retorno del PRI a la presidencia de la República. Ya hasta Vicente Fox la hizo de agorero. La discusión de la posible alianza entre el PAN y el PRD, sea con candidato del sol azteca, como propone Cárdenas, o bien con candidato ciudadano (De la Fuente o Woldemberg), según declaró algún senador panista, vuelve evidente la sensación de derrota que existe en ambos institutos políticos con respecto a la elección del poder ejecutivo en 2012.
Esta sensación revela una situación particularmente difícil en el PRD. Una parte de sus fuerzas está presionando en favor de una alianza con el PAN, sea encabezada por Ebrard o por un candidato ciudadano. Otra por el contrario propone una alianza de otro tipo y con otro espectro político. Sea como fuere, hasta ahora lo evidente es que la disputa por la candidatura a la presidencia entre Ebrard y López Obrador afecta al conjunto de ese partido. Ya existen los “Demócratas de Izquierda”, por un lado, y por el otro MORENA, con el respaldo del Movimiento Nacional por la Esperanza. Las tribus y fuerzas internas, aglutinadas en uno u otro lado, toman decisiones en función de sus perspectivas en torno a quién será el candidato del sol azteca y cada una desde ya atribuye responsabilidades políticas si no se logra que la autodenominada izquierda tenga un solo candidato. Ya lo dijo el presidente del PRD: no es que tenga favorito alguno, pero si Obrador decide irse por la libre le espera, afirmó, el cesto de la basura de la historia. Fácil es imaginar la respuesta obradorista: con los “entreguistas” ni un paso.
En el PAN no padecen esta disyuntiva. Después de todo carecen de candidatos. Dicen tener muchos, que es una forma de afirmar que ninguno cuenta con una presencia lo suficientemente consolidada como para disputar seriamente la presidencia de la República con quienes postulen el PRI y el PRD.
Considerando lo anterior, los escenarios son hasta cierto punto elementales. Es posible que López Obrador, arguyendo congruencia y fuerza política propia, decida lanzarse como candidato de su movimiento, apoyado por partidos como Convergencia, del Trabajo y cierto sector del PRD, concretamente el MNE, Izquieda Democrática Nacional e Izquierda Social. Como acostumbra, con presión intentará doblegar a las otras corrientes del PRD que no le ven con buenos ojos. La unidad será el ariete que utilizará para lograrlo. Si la otra parte del PRD no cede, como parece suceder, Ebrard será el candidato del PRD. Incluso si es necesario, esta otra parte acabará por ceñirse a una alianza con el PAN si se logra que exista un candidato ciudadano, sacrificando al actual jefe de gobierno. Esta última posibilidad es remota, pues no es dable imaginar un candidato ciudadano que quiera enrolarse en semejante aventura electoral que ya tiene visos meramente testimoniales.
Ahora bien, parece cada vez más evidente que los analistas de los propios partidos políticos han llegado a la misma conclusión: son los sectores medios los que están en disputa y los que pueden inclinar la balanza en favor de uno u otro partido. Las pasadas elecciones en el Estado de México mostraron que el PAN perdió considerable fuerza dentro de los sectores que le favorecieron en el 2000 y en el 2006: los sectores medios y los jóvenes. En el PRD esas elecciones mostraron que, por un lado, quizá López Obrador no tiene tanta fuerza como afirma tener con su MORENA, y por otro, que siguen sin poder penetrar esos sectores medios y jóvenes que en esa elección favorecieron al PRI, pero sobre todo al abstencionismo. Que estos sectores son los que están en disputa se nota claramente en el tono del discurso de López Obrador y en la actitud de Ebrard.
Sin embargo, hay que reconocer que mientras el PRD tiene un voto duro dentro de los sectores populares, López Obrador cuenta con el suyo de manera individual. Esta división es peligrosa si se atiende que allí el PRI tiene así mismo una vasta presencia. En cambio, en los sectores altos y empresariales, la disputa está entre el PRI y el PAN. El PRD, con o sin Obrador, con o sin Ebrard, no ha sabido despertar interés alguno en aquellos sectores.
Es importante tener en cuenta todos estos elementos cuando se piensa en el Distrito Federal. Las decisiones que tomen Ebrard y López Obrador incidirán seriamente en la candidatura a la jefatura de gobierno de la ciudad de México.
No es ningún secreto que dentro del PRD, como dentro de cualquier otro partido, la selección de candidatos está sujeta a negociaciones internas. La mentada “correlación de fuerzas”. Tampoco es ningún secreto que el actual secretario de Desarrollo Social es una cuña obradorista dentro del gobierno que encabeza Marcelo Ebrard. Mucho menos lo es que mantiene una alianza inestable con René Bejarano ni que su actuar como titular de esa secretaría ha ampliado su espectro de alianzas populares. Aunque algunas encuestas indican que es menos conocido que la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, no cabe duda que con ella encabeza la lista de posibles para contender por la jefatura de Gobierno por parte del PRD.
Sin embargo, su candidatura está atada a lo que suceda con respecto a la de la presidencia de la República. Si Obrador decide lanzarse como abanderado de su propio movimiento, aumentan las posibilidades del secretario de Desarrollo Social de ser candidato de “unidad” dentro del PRD. Lo cual, lejos de impulsarlo, lo colocaría en una posición endeble. Se vería obligado a cargar con la necesidad de unir lo que ya desde ahora parece dispuesto a romperse. Por el contrario, si Obrador logra imponerse dentro del PRD, la candidatura del secretario peligrará. No parece lógico que las fuerzas antiobradoristas del PRD permitan que el obradorismo se coma la torta completa. De ser así, incluso serían capaces de ejercer un voto útil en contra del abanderado perredista en la ciudad.
Dependiendo de esta aritmética es como procederán Bejarano y sus fuerzas. Hasta ahora, según puede leerse en la actitud del actual dirigente del PRD-DF, Bejarano está dispuesto a apoyar una vez más a Batres, como lo hizo en la Comisión de Gobierno de la ALDF, como lo hizo en la Cámara de Diputados y su coordinación de la fracción parlamentaria del sol azteca, como lo hizo cuando fue subsecretario de Gobierno del DF.
Lo cierto es que el Distrito Federal es el único espacio que hasta ahora se ha reivindicado perredista. Es el bastión del sol azteca. Por la naturaleza centralista de este país, es de suma importancia para este partido conservarlo; sólo así compensa su casi nula presencia en el norte del país y su derrota anunciada del 2012. La maquinaria del PRD en el DF funciona tan bien que parece ser capaz de otorgarle el triunfo a cualquier candidato. Las encuestas muestran esta realidad excepto si, por parte del PRI, se lanza a la jefatura de gobierno a Beatriz Paredes. Según lo mostraron esas mismas encuestas hace algunas semanas, el único escenario de posible derrota del PRD, incluyendo la candidatura de Batres, es precisamente con la tlaxcalteca como adversaria. Los informes recientes en las noticias y los movimientos dentro del PRI para el DF indican que hay una voluntad particular de este instituto político por “recuperar” la ciudad. De este modo, el 2012 sería para el PRI el año de la “recuperación”.
De tal suerte que el actual secretario de Desarrollo Social parece estar en el centro de las circunstancias. Él lo sabe. Los actos que realiza, sus giras de trabajo, indican claramente que construye su candidatura desde hace meses. Por un lado, busca hacerse de una fuerza popular propia, con el fin de no estar a merced de los vaivenes de su partido. Una fuerza popular propia que también le permita negociar con cierta holgura con quien aún domina el DF: René Bejarano. Pero no sólo. Se da cuenta que lo sucedido en la elección delegacional de Iztapalapa mermó seriamente el voto duro del PRD. Por eso sus “intensas” giras de trabajo en comedores populares y proyectos de mejoramiento barrial, por no hablar de becas y útiles escolares. Por otro lado, se ha preocupado también por ser aceptado en los sectores que no suelen serle favorables como los “intelectuales” (presentando su libro en universidades de la mano de viejos conocidos de cuando era estudiante universitario, e incursionando en el ámbito académico como profesor de una escuela de la UNAM) y otros sectores medios (su búsqueda incesante de jóvenes con proyectos productivos, etcétera).
Sin embargo, hasta hoy no ha dado a conocer proyecto político y de gobierno alguno. Esta ausencia vuelve difícil cualquier valoración sobre su “idodenidad” para ser jefe de gobierno. Semanas atrás juntó en un acto político a su corriente; para todo fin práctico fue la bandera verde a su candidatura (las fotos que lo promueven como candidato con la leyenda 2012 aparecieron justo después de ese evento). Lo poco que alcancé a leer al respecto no indica un proyecto, sino una declaración que por lo visto será lema de campaña: profundizar más en el sendero andado en la ciudad durante los gobiernos perredistas.
Tampoco es que el secretario tenga una personalidad que vuelva fácil la valoración sobre la “idoneidad” de su candidatura. Muchos le juzgan timorato y lo ven como alguien que suele moverse en atención a las circunstancias, lo cual no le convierte en el que traza rumbos. Su actual presencia como destacado político en la ciudad se la debe más a su defensa a ultranza de Obrador, tanto con respecto al desafuero como a los resultados electorales de 2006, que a su gestión como funcionario. Eso no lo ha cambiado ni el asunto de las quinceañeras ni los comedores populares ni su libro sobre los derechos de las familias. Por lo demás, su gestión le sirve de trampolín político pero puede también ser su debilidad. ¿Qué tanto? En los meses que vienen se verá eso.
Así pues, no creo que exista “el mejor candidato” a la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Los destinos políticos de Batres y Barrales dependen de las decisiones cupulares en torno a la contienda presidencial de 2012. Lo que sí es relativamente seguro es que uno de los dos será candidato y muy probablemente jefe de gobierno en el próximo periodo, sea cual fuere su proyecto de gobierno si es que en algún momento logran definir alguno. Claro, todo ello si en los meses siguientes no salen videos y golpes bajos que pongan en peligro no sólo esas candidaturas sino la viabilidad misma del partido para seguir gobernando la ciudad.
En lo personal prefiero que los partidos presenten sus proyectos de gobierno. Gusto más de la valoración a partir del binomio proyecto-candidato que de la sola variable del candidato aunada a la antipatía que me despiertan partidos como el PRI y el PAN. Pero por lo visto es algo que no sucederá. Si acaso solamente veremos un conjunto de “puntos” y “compromisos” que servirán para ir dosificando los éxitos en relación a los días de gobierno.
Pero sobre todo ello, soy militante de un espectro que no está en esa dimensión de la política (“la política de los políticos” dice un filósofo). Lo mío está en otro lado. Por eso veo todo este asunto con desconfianza. Entre el arriba y el abajo, prefiero el abajo; entre la derecha y la izquierda, opto por la izquierda; cuando me hablan del centro sonrío porque únicamente encuentro inconfesados derechistas. Mis amigos lo son por amistad, no por “política”. Con Batres tengo una larga amistad, lo cual en modo alguno me obliga a verlo como “el mejor candidato para gobernar al DF”, según reza la parte central de las preguntas que me hacen.

viernes, julio 08, 2011

No estamos a la altura

Hoy por la mañana el último símbolo de la izquierda en México dejó de existir. La orfandad real es total. El pensamiento crítico está a punto de la extinción, en medio del regocijo no confesado de una derecha bárbara, de empresarios intelectuales, de los que disfrazan de pretensión su escarceo con la obviedad, de cristianos administradores de la culpa colonial, de muerdecolas de la superación personal, de desempleados metidos a excelencias de puntaje burocrático. De ese pensamiento crítico, trazado por el triángulo Sánchez Vazquez, Monsiváis, Echeverría, queda una botella a la deriva que no busca escuchas, apologetas o repetidores; una botella que llama a la aventura de pensar y rebelarse ante una realidad atroz que intenta en todo momento acabar con la plenitud humana. Nosotros somos los huérfanos y me temo que carecemos de la estatura necesaria para responder a aquel llamado.


-- En el umbral del mundo

lunes, julio 04, 2011

¿Quién triunfa?

El abstencionismo triunfa. Las explicaciones generalizadas son: 1) la gente no cree, 2) a la gente no le importa, 3) los partidos no saben llegar a la gente. Como soy pesimista, yo creo que todas esas explicaciones son válidas pero no dan cuenta de todo. Lo que yo veo es que la interiorización de la lógica del capital es ya plena. La política y lo político carecen de importancia frente al consumo, el mercado, el éxito económico y la ansiada "blanquitud". El adversario ni siquiera es el PRI o el PAN; es algo a lo que ellos, más que expresar, obedecen. Precisamente porque esto no lo entiende la izquierda electoral es que está perdida. Incluso, a veces, también obedece ese dictado antes que oponérsele.


-- En el umbral del mundo

jueves, junio 30, 2011

De adicciones y algo más

(Con este texto, que provocó escozor a un funcionario del gobierno local, presenté el libro "Vuela libre sin adicciones". Lo pongo aquí para que abone en favor de la legalización de las drogas).



Soy de los que están de acuerdo con lo que solía decir un filósofo: azar es lo que nos pasa, destino es lo que hacemos con lo que nos pasa. Por llano y puro azar hoy presentamos un libro sobre “adicciones” –que por lo visto, acorde con este libro, es un modo aceptable e institucional de decir “consumo de drogas”– al mismo tiempo que “La Marcha por la Paz” se desplaza desde Cuernavaca hacia el zócalo de la ciudad de México con el objetivo de comenzar a “reconstruir el tejido social” de nuestro país, destrozado por la violencia de la guerra contra el narcotráfico. Guerra, por cierto, que únicamente se explica en virtud de la concepción sobre las “drogas” –”sustancias” les dicen en el libro que presentamos, como si el término médico fuese “más adecuado” por “neutral” para referirse específicamente a aquellas que alteran la conciencia, o si se quiere, afectan los procesos comunes del cerebro– que las ve como el origen de todos los males sociales, económicos y hasta políticos. Este, digo, es el azar. ¿Qué hacer con esto, con la presentación de este libro, con la marcha que desde el 5 de mayo dirige sus pasos hacia acá? ¿Qué destino pues?

Hoy en día es ya en extremo difícil negar que la preocupación gubernamental por la salud, particularmente por el uso de las drogas, no es otra cosa que la nueva configuración del autoritarismo; una configuración ad hoc para los “tiempos democráticos” en los que el relativismo y la tolerancia entendida como monólogos en espacios virtuales ya no facilita la dictadura o el unipartidismo. El “estado sanitario”, como le llamó en algún momento Roger Bartra, vino a ponerse en el lugar del estado autoritario con un ropaje en apariencia “inobjetable”: ¿quién en su sano juicio podría oponerse a la noble tarea de las instituciones estatales que se preocupan por la salud de sus ciudadanos? Como lo demostró el señor Calderón en su más reciente discurso a la nación, en aras de este bien “supremo”, de esta acción gubernamental por excelencia, todo es necesario: la guerra, la violencia, la muerte, los efectos colaterales, el aumento presupuestal a los aparatos de vigilancia y represión en detrimento de otras áreas tan vitales como educación, cultura, producción, y una creciente “criminalización” cuando no “ninguneo” de todo aquel que se atreve a dudar de las bondades del gobierno, del estado y del proyecto “sacrificial” que nos venden como gesta nacional. Todo en aras del bienestar, la salud, de cada uno de nosotros.

Frente a todo esto, ¿cuál es el papel de este libro que hoy presentamos? ¿Participa de esta tendencia “sanitaria” del estado o es, por el contrario, algo distinto? No puede darse una respuesta categórica a esta pregunta. O por lo menos yo, como lector, no la puedo dar. Explico por qué. Indudablemente los autores de este libro se esforzaron por ofrecer información sobre el problema de las adicciones, desde una escueta historia de las “sustancias” en Occidente hasta la glosa de leyes, códigos y reglamentos relacionadas con su consumo y venta, pasando por la relación entre las “sustancias” y el cerebro, y clasificaciones generales que sobre ellas hay: las estimulantes, las inhibidoras, las alucinógenas. También en este libro se proporciona un conjunto de instrumentos para que el lector se “ubique” dentro del mapa del consumo de estas sustancias. Además, el libro está aderezado con cinco breves historietas de factura aceptable. Salvo una objeción en cuanto al diseño, cuya similitud con un libro de texto es evidente y que, de ser joven, yo hubiese dudado mucho en leer (repito aquí lo que me dijo una joven al respecto: “es un libro hecho por rucos que quieren parecer buena onda con los jóvenes”), me parece que en cuanto a esfuerzo informativo el libro es valioso. Y es mucho mejor este libro que andar sacando al ejército a las calles para “guerrear” contra los narcotraficantes malos.

Sin embargo, en diversas páginas hay ciertos tonos que obligan al lector a que se pregunte cuáles son las intenciones que hay detrás de toda esta información. Por ejemplo, en las evaluaciones de consumo, desconciertan los resultados de afirmación exultante: “¡Adelante! Sigue sin consumir alcohol” para quien “nunca consume bebidas alcohólicas” o “No tienes problemas con las drogas, sigue así” para quien no las ha usado nunca o sólo acorde con una receta médica por el tiempo indicado. Además de tautológico, hay un “tufillo” demasiado puritano, muy parecido a aquel que felicita al abstinente y le garantiza, por ello y con ello, no adquirir enfermedad sexual alguna o padecer un embarazo no deseado, aunque a su vez pierda de una dimensión humana esencial: el placer sexual o el placer a secas.

Entre otras muchas cosas la vida humana es precisamente placer. A fin de cuentas otorga valía a este proceso menguante que cada uno de nosotros somos: vinimos de la nada y hacia allá vamos. Esta breve interrupción de la nada llamada vida, repetida una y otra vez por cada uno de los seres vivos que viven, es por ello una dimensión festiva y placentera. Intentar, de una manera u otra, impedir su mengua me parece tan banal como inútil. Es el precio que pagamos por salir de la nada por un breve lapso. No cabe duda que las “sustancias” que alteran la conciencia –como prefiero llamarlas en vez de simplemente “sustancias”– forman parte de esta dimensión placentera. No estoy seguro que expulsarlas de nuestro horizonte vital sea el camino correcto; no le veo trascendencia en vivir amputándose esa dimensión que junto con la razón nos hace propiamente humanos.

El consumo de las sustancias que alteran la conciencia no es, por tanto, un asunto menor ni tampoco del que se deba prescindir. Como lo intenta demostrar el capítulo uno de este libro, que en mi opinión es el más importante pero desafortunadamente el menos logrado, ellas han existido desde siempre y se las ha utilizado con fines terapéuticos, medicinales, de trascendencia o como diría un famoso escritor: para abrir las puertas de la percepción. En este sentido, su “valor de uso” es profundamente cultural y decisivamente humano. El problema, como se puede inferir de lo mencionado a vuela pluma en ese mismo capítulo, es cuando la industrialización y el afianzamiento del capitalismo como tal, gracias a su razón instrumental y matematizadora, extrajo de la forma natural las sustancias activas para potenciar su efecto. Al hacerlo, para bien y para mal, las convirtió en mercancías que despojadas de su dimensión natural se insertaron en el mercado como cualquier otra mercancía. Lo cual dio lugar a toda una industria y a toda una lógica de acumulación de capital de la que participan los “traficantes” así como aquellos que dicen combatirlos. La guerra contra los narcotraficantes, contra los proveedores no autorizados de esas “sustancias”, es en el fondo un gran negocio para todos los que en ella participan, con excepción por supuesto de los que mueren y de los que se hallan fuera del circuito producción/persecución.

Y aquí está, creo yo, parte de la clave del asunto. En el libro parece insinuarse que el consumo inmoderado de sustancias que alteran la conciencia, es decir, la dependencia de las sustancias que alteran la conciencia, se debe más a asuntos de carácter individual y personal que algo relativo al sistema en el que vivimos. Por eso, en este libro, el problema de la adicción puede pensarse desde una perspectiva estrictamente terapéutica o sanitaria e incluso de fuerza de voluntad, y apelar a mensajes de superación personal y ensalzar la ocupación social y las redes sociales en las que el adicto o protoadicto debe insertarse para hablar de “su problema” y “sanar”.

Paradójicamente, en el capítulo dos, al tratarse el tema de las culturas juveniles, que en mi muy humilde opinión es de los mejores de todo el libro, se recuperan visiones “melancólicas”, “tristes”, incluso “desesperadas” de algunas de esas culturas juveniles. Resulta muy difícil suponer que esas visiones sean el mero resultado de problemas personales o de asuntos de inadaptación. Cuando el lema de una de ellas es “ya no hay futuro” o “no habrá futuro” probablemente habría que tomar el reto de su significado en el contexto de un sistema capitalista de devastación y enajenación que no permite plenitud alguna a nadie: ni a los ricos ni a los pobres, ni a los educados ni a los ignorantes, ni a los hombres ni a las mujeres, ni a los jóvenes ni a la gente mayor. Siempre me ha llamado la atención el argumento de que el uso de las sustancias que alteran la conciencia y su innegable riesgo adictivo se relaciona con falta de educación o de oportunidades. Bastaría leer novelas como "American pshyco" (o las encuestas de adicciones en los centros universitarios o el uso de dichas sustancias entre los profesores, los investigadores, los escritores) para darse cuenta de que si bien ese argumento no es del todo falso, tampoco es del todo cierto.

En mi opinión, el asunto relativo a las adicciones tiene visos de solución más en la modificación radical del sistema que padecemos que en las propuestas terapéuticas para la persona adicta. Entiéndaseme bien: no quiero decir que la información de un libro como éste no valga la pena o que sea inútil, no. Quiero afirmar por el contrario que la plenitud que se sugiere en este libro como solución real a las adicciones es imposible en el sistema capitalista en el que vivimos, pues hace de la prohibición un jugosa e indolente ganancia que beneficia a sectores “legales” como la industria de las armas, la industria farmacéutica, los órganos de represión y ciertas organizaciones civiles. Además, un modo efectivo de prevenir las adicciones no es prohibiendo el uso de sustancias que alteran la conciencia, sino precisamente lo contrario: insertar su consumo en el ámbito de lo público para que sea en verdad libre e informado, y que lo “consumible” sea en verdad puro. Eso sólo puede suceder en otro tipo de sistema. Ojalá que decidamos cambiar el que existe ya, como de alguna manera lo demanda la “Marcha por la Paz” que viene en camino. Ese es al menos el destino que yo escojo al azar que hoy nos convocó y del cual, por cierto, con mis discrepancias que no son novedad, me congratulo. Les felicito por este esfuerzo.





-- En el umbral del mundo