“Tu paz es mi guerra —dice el capital—. La tuya es mi paz. Yo lo tengo todo: los recursos, las armas y las ideas. Tú sólo tienes algunas ideas que cada vez, gracias a los medios masivos de comunicación que tengo, tienen menos influencia. Tu muerte es mi paz”. Esto es lo que dice el capital a los que de la sociedad reclaman paz y se niegan a aceptar el expolio y la explotación. Y procede. Se habla ya de exterminio selectivo. Y en eso estamos. El capital, señores, usa a quien puede: el gobierno, los delincuentes, los expoliadores de la naturaleza. A menos que se tenga una suerte de voluntad de ceguera, las opciones son simples: su paz o nuestra paz.