lunes, enero 21, 2008

Actualización

Es curiosa esta actualización de los espacios sagrados. En un lugar de la India, un restaurante se erige sobre un antiguo cementerio musulmán. Allí la gente convive felizmente. El intercambio de la palabra, alimento y monedas se complementa con la convivencia con los muertos; el espacio de los vivos (el marcado) y de los muertos (cementerio), se mezclan sin mayores aspavientos. Como si fuese cosa natural, al lado de las mesas se hallan las tumbas. Que con los muertos también hay un intercambio lo indica el nombre del restaurante: Buena Suerte. Uno de los encargados de la administración, Krishan Kuti Fair, sostiene que “el cementerio trae buena suerte […] Nuestro negocio es mejor gracias al panteón”. Así pues, en aquel país de convulsiones culturales, un pequeño espacio sintetiza milenios de historia humana. En esas mesas lo vivos se ofrecen humanidad, se articula la economía, y se actualiza el diálogo con los muertos.