sábado, mayo 02, 2009

Elogio a las manos (hoy amenaza de contaminación)





Sin ustedes difícilmente los mortales podrían haber aspirado a tocar lo divino. Nos han acompañado desde que, erectos, descubrimos horizontes. Son ustedes las inventoras de toda herramienta, de toda construcción. En ustedes da inicio lo pensado y un acto de ustedes anuncia la conclusión festiva o fracasada de cualquier idea. Desde siempre han señalado la dirección, el camino, el sendero escogido. Cuando se crispan, anuncian el vértigo de lo incierto o lo temido. Cerradas en sí mismas se tornan arma feroz que contrasta con la tersura de las caricias que obsequian o la violencia de una pasión incontenible. Son ustedes las grandes escritoras, y según dicen, en ustedes está escrita la vida de cada uno: futuro y pasado se dan cita en palmas que también saben de ritmo y alabanza. Bien visto, para entendernos, habría que hacer su historia, porque al igual que vida, muerte llevan en su vivir.