jueves, abril 30, 2009

¡Compló, compló!

He leído gran cantidad de correos electrónicos que identifican esto de la influenza, ahora ya denominada “humana”, con un complot global de Estados Unidos, particularmente de las industrias farmacéuticas, que lo mismo utilizan la ahora muy popular “The Shock Doctrine” que la fabricación de fantasmas pandémicos para vender harto tapaboca. Lo que me pregunto es por qué, ya entrados en teorías de compló, no se alude a un posible mensaje del ejército norteamericano y la industria militar al presidente Obama. Digo, si se acepta que el Ébola y el Sida fueron virus “escapados” de una supuesta fabricación controlada para una muy posible y futura guerra bacteriológica, habría que concluir que esta “influenza humana”, de tan repentina aparición, puede tener el mismo origen. Con la particularidad que sucede en un momento en que la política del presidente Obama está dando pie para que se reconozcan los desatinos del ejército norteamericano en Irak, en Afganistán, en Guantánamo. Un ejército ensalzado y apoyado desmesuradamente por su antecesor Bush. ¿Qué tal si los militares y su industria dejaron ir este virus como ejemplo de la debacle económica a la que puede dar lugar si se les sigue desprestigiando? ¿Y por qué no hacerlo en el traspatio? Porque a fin de cuentas, lo único claro de todo esto es la debacle económica a la que se encamina el país y ya campea en el DF.

La cosa suena descabellada, pero no más que las otras teorías de compló que circulan. Si no es suficiente, aún queda el recurso de ver de nueva cuenta todas las películas del 007 para imaginar nuevos cerebros malévolos dispuestos a apoderarse del planeta.