viernes, mayo 29, 2009

Eres tú, mujer

Ayer, mientras estabas allí, como presencia omnímoda, escuchando lo que de ti decían, quise preguntarte si todo eso es cierto. Tan excepcional fuiste, eres, que el decir de los demás son tropiezos que se lían con tu sombra. Al menos eso parece. Pero tal vez no fuiste como dicen. Tu rostro fantasmagórico me miró con una sonrisa benévola. Tu hábito me distrajo. Ya no pude seguir con atención el decir de quien opinaba sobre ti o intentaba revivirte. ¿Cuántas mujeres excepcionales hay? ¿Me lo podrías decir? “No hay manos ni mirada que logren contar”, respondes, escurriendo tu voz por los recovecos barrocos dorados del tablero que te invoca. “Pero hay, en cambio, descripciones de las muchas, incontables que son”, continuas…

Mujer Magma.
En su interior ebulle un río de lava. Guarda un líquido que consume, un “fuego” que funde todo lo que toca. Devasta y no deja gran cosa en pie. Así es la mujer magma: un encuentro con ella es devastador. Al paso del tiempo, el desolado paisaje que deja se torna hulla indeleble: todo se vuelve tan pétreo que cualquier vida que allí renace se celebra como nuevo origen de vida.

Mujer Hielo.
De superficie resbaladiza, es mujer de transición. No es témpano ni nieve. Arroba con su espectáculo. Parece hálito de Dios que por un momento se posa en la tierra. Se aprecia mejor de lejos, porque en ella nada puede erigirse. Es mujer de soledades y bellezas. Imprescindible pero imposible. Ella no sabe de eternidades; es de momentos.

Mujer Aire.
Es invisible. Se le conoce siempre de manera indirecta: por aquello que mueve, por esa caricia subrepticia que en medio de la nada sobrecoge. De ella son las caricias sublimes, las que todo poeta intenta sutilmente evocar con palabras, rimas y ritmos. La mujer aire no es huracán. Ella no mata, pero su ausencia no deja vivir.

Mujer Tierra
Firme y llena de vida. Con ella puede hacerse barro para esculpir paisajes memorables: montañas, llanos, vida. De este tipo fue Eva. Como ella, la mujer tierra es maga: se da para ser esculpida pero es ella la que nos esculpe a todos.

Imagino que podríamos seguir siglos en estas descripciones. Pero rematas, en medio de tronador aplauso: “Es inútil. Todas somos todo”.

martes, mayo 26, 2009

Yo voto por el PARDI (Partido de la Acción Revolucionaria Democrática Institucionalizada)

Yo voto por el orden aunque ello signifique el sacrificio de mi libertad.
Yo voto por acciones concretas, como el desempleo y la violencia.
Yo voto porque la droga no llegue a nuestros hijos (no importa que no tenga), pero sí la imbecilidad y el autoritarismo.
Yo voto por esos que sí saben como hacerlo, pues tuvieron décadas para demostrar los alcances y el refinamiento del autoritarismo y la corrupción.
Yo voto por esos que al ser desacreditados hacen declaraciones flamígeras y claman perdón al empresariado y los vecinos del norte.
Yo voto porque siempre haya presidentes “singularísimos” que al paso del tiempo acusan tan rápido como olvidan, condenan como ensalzan.
Yo voto por presidentes que hacen de su supina ignorancia un atuendo de lujo y bandera del mexicano promedio deseable.
Yo voto porque a los pobres se les dé, al menos, la oportunidad de broncearse en albercas ficticias.
Yo voto porque todo ha de ser gratuito como compensación de la “necesidad” de la pobreza. Yo voto por ese espíritu caritativo tan tierno del que hacen gala devotos laicos.
Yo voto por políticos que son locutores que son actores que son luchadores que son imagen que rematan sus discursos con un “así sí”.
Yo voto por izquierdas que son derechas que son centro que se visten de tricolor.
Yo voto, sí, por un país de “a maravillas”, dependiendo la luz blanquiazul, tricolor o amarilla que se use.
Por eso, yo voto por el PARDI

sábado, mayo 23, 2009

SMS

Lo intento pero fracaso. Soy demasiado viejo para esto. Prefiero los olores, las miradas, los roces de piel, las sonrisas, los gestos. Nada me dicen estas palabras atrapadas en pantalla. A menudo me escapa su intención. Las leo pero sólo entiendo algo muy sencillo: es preferible el silencio a esta falsedad de los mensajes de celular. Necesito y prefiero el uso de mis sentidos para saber que allí hay alguien. Por favor, no más SMS.

martes, mayo 12, 2009

¿Dónde quedaste?

Añoro ese silencio que solía habitar. El decir de los demás eran barcazas cuyos viajes me obsequiaban saberes y placeres. En aquel entonces no había necesidad ni exigencia de decir. Aquel silencio me alimentó por años. Hoy encuentro demasiado ruido, “demasiada interferencia en la emisión”, como dice la canción. A fuerza de ruido ayuno me quedo. El ruido me consume sin miramiento. ¿Dónde quedaste silencio inspirador?

domingo, mayo 10, 2009

Viejas palabras. Palabras dirigidas a estudiantes de secundaria por su participación en la revista Universidad de México. Octubre 2003

Para los alumnos de la secundaria “Antonio José de Sucre”

Es para nosotros, los que hacemos la revista Universidad de México, un verdadero placer estar aquí, con ustedes, alumnos, familiares, maestros y autoridades de la escuela secundaria “Antonio José de Sucre”. Conocer gente nueva siempre es un placer. Sin embargo, este placer aumenta cuando con esa gente –en este caso, los alumnos del Taller de Artes Plásticas impartido por Miriam Aguirre– se ha compartido una viaje tan valioso como el que nosotros hemos hecho en el número de la revista que hoy nos reúne.

Sé que son inteligentes y se preguntarán ya, desde ahora, cómo es posible hacer un viaje sin conocerse con anterioridad. Pues bien, he allí la magia del arte y la palabra. Porque cada trazo, cada color, cada palabra, cada frase, tiene un mensaje que busca los ojos, los oídos, la atención de los demás. No es lo mismo el dibujo que se queda en el closet ni el cuento que se guarda en los cajones del escritorio que el dibujo que otros aprecian y el cuento que otros leen y festejan. Lo que hacemos tan sólo tiene sentido cuando llega a otros, y más cuando esos otros no son únicamente los que están con nosotros: la familia, los amigos, las novias o los novios. También son los que viven en otros lugares, incluso en otras épocas, con inquietudes, preguntas y gustos muy distintos a los nuestros.

Por eso, cuando ustedes leen un libro o una revista, cuando ven un pintura, un grabado, una escultura; cuando escuchan una melodía o presencian una danza, es decir, cuando ponen atención a lo que otros les quieren decir, comparten sus experiencias, sus deseos y frustraciones, sus alegrías y dolores. De este modo viajan con ellos por los mares de su vida creativa, y si me permiten decirlo, al hacerlo ustedes mismos se vuelven mejores personas, más listas, más sensibles.

Esto es lo que ha pasado entre nosotros. Las ilustraciones que están plasmadas en esta revista, correspondiente al mes de octubre, son producto de su creatividad. Vistas con atención dicen muchas cosas. Lo mismo sucede con los que escribieron los ensayos, cuentos y poemas para este número. También ellos enfrentaron con valentía y creatividad las hojas en blanco en las que después plasmaron sus palabras. Mejor ustedes que nadie saben lo que es eso: pararse frente a una hoja en blanco que hay que llenar de colores y formas. Lo más valioso de todo es que de este diálogo entre desconocidos surgió un bello número.

Ahora otros más, que no son ni ustedes ni los que escribieron ni los que hicimos este número, encontrarán en él mensajes distintos que les ayudarán a pensar y gozar mejor su vida. Porque ésta es, entre otras cosas, la función de una revista. Por lo menos es la función de nuestra revista que desde hace 73 años alimenta el espíritu de quienes la consultan. En efecto, desde antes que ustedes y sus padres nacieran, tal vez desde antes que sus abuelos nacieran, la revista Universidad de México existe. Apareció por primera vez en un lejano noviembre de 1930 y desde entonces ha publicado 628 números. Si pudiesen revisar las páginas de todos esos números encontrarían que en ellas han escrito los intelectuales más importantes de este país e incluso del extranjero. También se darían cuenta que las imágenes han sido hechas por grandes dibujantes, escultores, grabadores, pintores, diseñadores de arte.

Ahora ustedes comparten con esa historia de 73 años la experiencia creativa de dar forma a sus páginas y, en esa medida, un mensaje a muchas personas cuyo rostro jamás verán. No sabemos si con el tiempo alguno de ustedes será un artista reconocido, pero lo que sí sabemos es que para tres mil personas, que es el tiraje de esta revista, ustedes, con sus trazos, les han vuelto la vida más bella. Eso debiera de ser, como lo es para nosotros, motivo de alegría. Alegría y placer que esperamos compartan sus familiares, maestros y autoridades de su escuela. Sabemos que eso puede suceder porque su maestra, Miriam Aguirre, no cabe en sí misma de tanta alegría al ver el esfuerzo que realizaron. Por eso, por el viaje compartido, por el mensaje contenido en sus dibujos: felicidades, y muchas gracias.

Isaac García Venegas

jueves, mayo 07, 2009

Como Superman...

El regreso a la normalidad me sorprende con una actitud inexistente antes de la influenza. Probablemente tenga que ver con el mensaje presidencial. Hoy me siento como deben sentirse los superhéroes: con capa que ondea por ese viento que sólo acaricia a los victoriosos. Y es que ahora, me entero, soy parte de esos legionarios que salvaron a la humanidad. Soldado de primera trinchera, al igual que millones, logré resistir los ataques de tan funesto virus al que, por cierto, hay que negarle capacidad evolutiva (como si no fuera naturaleza). Y gracias a mí y a esos millones y al general que a cada momento demuestra las dificultades que tiene para leer bien unos cuantos párrafos, podemos decirle a todo el mundo: “!Me debes tu vida!”. Esta nueva sensación, como de supreman en el DF, como de Batman en la baticueva de Ciudad Universitaria, como de spiderman en la Torre Mayor, me inyecta una vitalidad muy parecida a las espinacas de popeye, a la poción de Astérix, y me digo: ¡carajo! Es tan bueno ser un elegido de Dios. Porque a decir verdad, como Jesús, ahora gracias a las muy inteligentes y oportunas medidas del Estado mexicano ante la influenza, los mexicanos logramos un nuevo pacto divino que redime a la humanidad de su propia destrucción. ¡Cómo shingaos no!

sábado, mayo 02, 2009

Elogio a las manos (hoy amenaza de contaminación)





Sin ustedes difícilmente los mortales podrían haber aspirado a tocar lo divino. Nos han acompañado desde que, erectos, descubrimos horizontes. Son ustedes las inventoras de toda herramienta, de toda construcción. En ustedes da inicio lo pensado y un acto de ustedes anuncia la conclusión festiva o fracasada de cualquier idea. Desde siempre han señalado la dirección, el camino, el sendero escogido. Cuando se crispan, anuncian el vértigo de lo incierto o lo temido. Cerradas en sí mismas se tornan arma feroz que contrasta con la tersura de las caricias que obsequian o la violencia de una pasión incontenible. Son ustedes las grandes escritoras, y según dicen, en ustedes está escrita la vida de cada uno: futuro y pasado se dan cita en palmas que también saben de ritmo y alabanza. Bien visto, para entendernos, habría que hacer su historia, porque al igual que vida, muerte llevan en su vivir.