Dice Tabucchi: los libros de viaje "poseen la virtud de ofrecer un doquier teórico y plausible a nuestro donde imprescindible y rotundo". Hay muchos tipos de viajes: los internos, los externos, los marginales. Este blog quiere llenarse de estos viajes, e invita a que otros sean también, con sus viajes, un doquier para mi donde.
martes, diciembre 27, 2005
Un caso para Freud
Es como una pulsación in crecendo. Al principio no te das cuenta, o si acaso, lo tomas por otra cosa. Después el descubrimiento del latido te distrae, lo asocias a la vida, e incluso al amor. Su ritmo te dice más, o mejor dicho, te oculta más de lo que crees. Al paso del tiempo aquella pulsación se vuelve inocultable. La sordera cotidiana, atenta únicamente a lo que hay de vida alrededor, no te deja percibirla hasta que está allí, ya plena, ensordecedora. Su ruido es tan extremo que te sorprende no haberlo percibido antes. Entonces llegas a la conclusión evidente: lo que está en los latidos del corazón y tras tus ojos no es otra cosa que la pulsación de la muerte. El problema no es qué hacer con ella, pues a fin de cuentas ha habitado en ti desde el primer respiro, sino qué hace ella contigo. ¿Acaso no ha dictado tu quehacer desde ese primerísimo momento? –le pregunta el paciente a Freud, que medita, toma una pluma y garabatea algunas cosas en su cuaderno.