martes, diciembre 31, 2013

Optimismo de fin de año.

Seré un buen optimista: pásenla cachetonamente el día de hoy y disfruten de la memoria que tienen de este año que concluye y de los previos que vivieron. Pásenla rico, gocen hoy, acumulen fuerza, hígado y serenidad. Lo que se viene es un alud. Y habrá que definirse: en las trincheras o escondidos por comodidad o por miedo. No es difícil saber la opción de muchos. Pero lo uno y lo otro nos desgastará, nos confrontará, nos llevará justo a los puntos extremos en los que nos volveremos irreconocibles, incluso para nosotros mismos. Difícilmente volveremos a reunirnos en torno a la apacible fogata de la indiferencia: la solidaridad y el odio harán de las suyas. Abracen, besen, sean sinceros. Por lo menos hoy. Ahí viene la plenitud de la guerra que nos declararon este mes.

martes, diciembre 24, 2013

Hay que insistir

Hágase a un lado la idea del nacimiento de un mesías y piénsese que quizá, solamente quizá, hace mucho tiempo, nació un individuo que al paso de los años enloqueció bastante. Algo así como un Quijote poco más de mil seiscientos años antes. Entonces, hoy, dos mil trece años después, la pregunta obligada es si ese tipo de locura ha desaparecido de la faz de la tierra. Porque lo que prevalece es la barbarie más absoluta que necesita de cuanto mesías (con sus iglesias, biblias, instituciones y palabras divinas) sea posible para hacer de la resignación la divisa de la vida social. Entonces, quizá, hoy se podría celebrar aquella locura desmitificadora, rebelde, desafiante en cualquiera de sus formas concretas. Enciéndase la fogata o la chimenea, hágase a un lado cualquier mesías, préndase el fuego de la locura. Y reparta abrazos y besos y sonrisas. Hágalo confiado: como lo han hecho los locos de todos los tiempos.

martes, diciembre 10, 2013

Serial

1. No hay Estado cuando el monopolio legítimo de la violencia es inexistente. Como en México.

2. No hay Estado cuando el territorio es parcelado entre particulares nacionales y extranjeros. No hay Estado cuando playas, montañas y subsuelo “pertenecen” a empresas trasnacionales. No hay Estado cuando lo público es confundido con el interés privado de estas empresas. Como en México.

3. No hay Estado cuando el gobierno no gobierna con y para el país sino sobre el territorio y para el interés privado. No hay Estado cuando el gobierno decide ser administrador del expolio en favor del interés privado. Como en México.

4. No hay Estado cuando se expulsa a la población de su lugar de origen. Poco importa si los expulsados se van al extranjero de forma legal o ilegal o si se desplazan hacia otras ciudades del mismo país. Como en México.

4. No hay Estado cuando se sustituye la mitología de una única historia por el deliberado olvido de todas las historias en medio de una fútil y estruendosa verborrea institucional. Como en México.

5. ¿Cómo respetar y por qué afanarse en respetar lo que no existe? Como en México.

miércoles, diciembre 04, 2013

¡Que país!

Una reforma que afirma que la educación es responsabilidad de todos (salvo del Estado que se desentiende de ella para dejarla en manos particulares, ansiosas de evaluar y cobrar todo). Luego otra reforma que al precisar lo que ha de entenderse por terrorismo postula una amenaza contra toda disidencia (y esto al Estado sí le importa, pues es el recurso legal para reprimir). Después otra reforma que decide centralizar la democracia (que también importa al Estado, porque requiere la justificación política precisa para reprimir legalmente a la disidencia). Por último, la reforma energética que pone en manos privadas los recursos energéticos del país (al Estado le interesa esto, en tanto que es representante del interés privado que hace uso de todos los recursos del interés público).