lunes, abril 05, 2010

De ocasión

La semana santa termina. Y con ella todas esas exhortaciones inverosímiles que escuché en el radio y en la televisión. Estupefacto me dejaron los que desde micrófonos y pantallas dijeron que era una semana para reflexionar. ¿Reflexionar qué? me preguntaba, esperando que acto seguido a su exhorto lo hicieran. Pero cómodamente instalados en la trinchera del común decir ignoraron sus propias conminaciones. No escuché una sola reflexión sobre la semana santa, ni siquiera sobre la idea del sacrificio por los “pecados del hombre”. Vaya, nada, absolutamente nada. Mucho menos sobre el país o sobre los problemas que aquejan a millones de seres humanos como el hambre, la enfermedad, la rapacidad. Nada. El exhorto no tuvo eco. Pese a esto, lo que más me desconcierta es lo que en la frasesita común está implícito: la reflexión es un asunto de ocasión, por lo menos en la proclama. Se ve entonces por qué estamos donde estamos...