lunes, noviembre 26, 2007

viernes, noviembre 23, 2007

2. Alain Finkielkraut. Frases


"Así pues, la barbarie ha acabado por apoderarse de la cultura. A la sombra de esa gran palabra, crece la intolerancia, al mismo tiempo que el infantilismo. Cuando no es la identidad cultural la que encierra al individuo en su ámbito cultural y, bajo pena de alta taición, le rechaza el acceso a la duda, a la ironía, a la razón –a todo lo que podría sustraerle de la matriz colectiva–, es la industria del ocio, esa creación de la era técnica que reduce a pacotilla las obras del espíritu (o, como se dice en América, de entertainment). Y la vida guiada por el pensamiento cede suavamente su lugar al terrible y ridículo cara a cara del fanático y del zombie".

sábado, noviembre 17, 2007

1. Giovanni Papini. Frases

"...y todos los locos, todos los idealistas, todos los héroes, todos los mártires del mundo, deben maldecir, bajo el nombre de Sansón Carrasco, a aquellos que, contra los vuelos del sueño y del genio, levantan las barreras de la prudencia".


"Los libros más profundos y a la vez más populares son los de viaje [...] Porque todo gran libro es un tímido anticipo del juicio final, y, para juzgar a todas las clases de hombres, no hay mejor forma que el viaje. Viaje: diversidad, posibilidad. Mil veces se ha representado al hombre como peregrino; un peregrino que tiene la culpa por alforjas y la muerte por meta".



Don Quijote "Había reflexionado en la soledad, y, por fin, los había conocido [a los hombres]: como todos los que saben, por último, de qué especie de semejantes estamos rodeados, no le quedó otra elección que odiarlos o divertirse a su costa. Prefirió, héroe flaco, reír y burlarse. E imaginó ser caballero para que los demás, creyendo que se reían de él, le sirvieran de diversión; su ficción fue su venganza sobre la vida. Venganza conseguida porque ha permanecido oculta hasta nosotros. Pero Don Quijote había nacido para ser hemano mío hasta lo último; primero, según la letra; ahora, según el espíritu. Él y no nos entendemos".



Sobre Don Quijote (1916) en el libro Retratos

viernes, noviembre 16, 2007

El escritor y la palabra

La película, comercial e intrascendente, le provoca algunas lágrimas. Quien lo conoce sabe que no se trata de la película, sino de esa profunda y dolorosa tristeza que en su interior nace y se esparce por todos lados de su cuerpo, hasta que en ocasiones llega a sus ojos cual tsunami. La soledad es ese mar que en su interior se agita. Quizá por eso vive agradecido cuando alguien decide acercarse para con su sola presencia tranquilizar ese mar. Cuando nadie hay, escribe. Lo que ojos ávidos leen no es otra cosa que esas profundidades dolientes que le exigen una sensibilidad tan acendrada que una trivial película le hace derramar algunas lágrimas. Pero de eso casi nadie sabe. Para la mayoría, él tan sólo es palabra excelsa. Y la excelsitud que otros celebran es la dimensión misma de lo que ignoran. Ni siquiera cuando el escritor se ahogue hallarán el motivo real por el que tanto celebran sus palabras.