El día de hoy algo se muere. Cruelmente la humedad del día se ciñe al pensamiento. Lejanas y cercanas tristezas confluyen, se arremolinan, brotan por el cráter de la mirada. No deja de sorprenderme que el más leve rozón haga tambalear la más fulgurante esperanza. Otra vez, una vez más, intentar encontrarle calor al sol. Es difícil saber si con el paso de los años tales intentos llegan a ser algo más que eso...
El suicida que todos llevamos dentro