sábado, febrero 22, 2014

Tener presente.

Uno de los errores más consistentes es suponer que el adversario ni se transforma ni cambia. Condenado a muerte desde hace siglos, el modo de producción capitalista sobrevive y con gran vigor. Combatido con todas las armas de la ley, el narcotráfico se reconfigura pese a los "duros golpes" que le propinan (lo veremos con el cártel de Sinaloa). Indeseada, la explotación sigue imbatible, incluso como esclavitud, según las notas recientes. Temido y supuestamente superado, el fascismo vuelve a mostrar su rostro no tanto como excepción y aberración, sino como condición permanente del mundo. Digo, hay que tener presente esto para saber de qué lado de la trinchera se está.