miércoles, octubre 07, 2015

Una doble ofensa

La sucesión en la rectoría de la UNAM no es sencilla. A la ofensa del proceso mismo (una designación hecha por una “junta de notables” a espaldas de la comunidad universitaria) se suma en esta ocasión la caballada mediática en favor de un técnico-político que cuenta con grandes palmadas y benignas cartas con sello de la actual administración federal. De concretarse la designación de Alcocer, que al compromiso que propone de la UNAM con la iniciativa privada llama pomposa y tecnocráticamente “compromiso social”, la universidad se incendiará una vez más. En el actual contexto nacional, esta doble ofensa no podrá pasarse por alto ni la resignación logrará crear un ambiente estable. Veremos ahora de qué está hecha la trasnochada “junta de notables”.