lunes, noviembre 02, 2009

Sobre el perdón (respuesta a mail)

Eso sí que no te lo puedo responder. Entre las muchas incompetencias que padezco está la definición y comprensión del perdón. Desde chico tengo grabada en la memoria aquella frase que se atribuye a los judíos: “perdono pero no olvido”. Siempre me he preguntado si eso es posible. ¿Qué pasa cuando se recuerda la ofensa o el motivo destinado a ser perdonado? ¿El recuerdo no desencadena un relámpago que hace trizas el supuesto perdón?

No sé, pero yo creo que el perdón requiere de olvido. Según Nietzsche sin el olvido es imposible vivir. Rumiar sobre lo que nos duele, sobre lo que nos afecta, nos hiere, nos provoca un enojo que exige, que convoca el perdón, sólo nos ata y nos ahoga. Allí no está la vida. Por supuesto, ni un psicólogo ni ningún historiador puede aceptar esto. Porque lo que se olvida no se asimila, y por tanto, no ofrece utilidad alguna para la vida. Acorde con esto, fantasmas y fantasmas se acumulan en nuestra vida, y se cobran esta ignorancia deliberada. Y al contrario de su propia intención, lo no perdonado se presenta cotidianamente con otros ropajes, y acaba por generar, incluso, enfermedad. Hay quien dice que de eso se trata el cáncer. Este ninguneo resulta, según ellos, menos adecuado que su asimilación plena.

El perdón, entonces, es algo así como la asimilación de la ofensa, de la persona que ofende, del dolor provocado, y su superación, logrando integrarla plenamente en la vida y personalidad propias. Imagino que llegados a este punto puede decirse que, independientemente de esta asimilación-integración, se llega a la inevitable conclusión de que en este proceso lo que disminuye es la confianza hacia aquel o aquello que lastimó y nos mete en el brete del perdón.

Yo francamente creo que a menudo esperamos demasiado de alguien o de algo, y de allí la fuente de los dolores y las necesidades del perdón. ¿Por qué alguien o algo habrá de actuar como nosotros esperamos que lo haga? ¿No es acaso un sujeto con vida propia, con sus problemas propios, con sus traumas propios? Ignorar esto es exigirle al otro algo que de entrada no podrá cumplir. Un nivel de exigencia muy alto necesariamente produce una frustración similar.

Así que en mi opinión hay que dejar fluir, hay que dejar de exigirle al otro algo. Al otro hay que quererle y tenerle, hasta donde sea posible, confianza. Confianza no en que hará lo que uno espera, sino en que si su proceder deliberadamente o no te provoca daño, sabrá encontrar el modo de mitigarlo y de reconstruir los lazos que le unen a ti si eso es lo que quiere y le interesa. No hay nada más qué hacer.

Por supuesto, sólo nos queda rodearnos de las personas que nos llenan de alguna manera, que nos acompañan en nuestro andar, que iluminan nuestro camino, que no sacan sonrisas y las mejores ideas de nosotros.

Así que no sé qué decirte, ni mucho menos si debes o no o cómo perdonar enojos, arranques, actos, daño. Lo que sí sé es que más vale no quedarse allí. Es mejor, como alguien me dijo, “caminar ligero”. Es decir, sacudirse los lastres en que se traducen todas las ofensas, los insultos, la merma de la confianza en el otro.

Soy de la opinión que quien exige perdón es probable que no lo merezca, pero quien con actos te dice que pese a todo el daño hecho quisiera estar cerca de ti y lo demuestra con esos actos, merece al menos un mínimo grano de arena de confianza para que los puentes, si no iguales, se reconstruyan, y así, por lo menos logren desbrozar el camino para que esa persona pueda acercarse de nueva cuenta. Por alguna razón ha de querer estar cerca de ti. Si esa razón es pésima, pronto lo descubrirás, y volverás a aprender a “caminar ligero”. De ti y por ti no quedan las cosas rotas. Que cada quien se haga cargo de lo que rompe.

No tengo que decirte que para todo eso se necesita cierta disposición de espíritu e inteligencia.

Vale. No puedo decirte nada más ni creo que lo dicho sea mínimamente coherente o te sirva de algo. Pero es lo que se me ocurre este día de fiesta y de muertos, y en a premura de salir a pasear...